Niños abandonan las aulas para trabajar junto a sus padres

Con las manos metidas en una pila de ajís verdes y naranjas, Juan Carlos González distrae su mirada con el ajetreo que lo rodea. Su madre, María González, la dueña del puesto, está parada frente al niño de 10 años, vestida con manta cambiando unos billetes. La familia de raza wayuu la completan Neisy, de 15 años, y su hija Inés Carolina, de 10 meses, hermana y sobrina de Juan Carlos, respectivamente. Un día típico para ellos es el siguiente: Se levantan antes de las 6.00 de la mañana, salen del rancho donde viven en el barrio San Juan de Maracaibo, vía Las Tuberías; llegan al mercado Las Pulgas una hora más tarde. Allí trabajan, almuerzan, descansan y conviven con otros verduleros hasta las 4.00 de la tarde. Regresan a casa. Al llegar, Juan Carlos se baña, mira un rato la televisión y se acuesta a las 9.00 de la noche. Ni él ni su hermana asisten a la escuela. "Nunca me han inscrito".

Ellos son sólo dos de los casi cuatro millones de niños, adolescentes y jóvenes entre 0 y 19 años excluidos del sistema educativo nacional, según los datos que maneja José Luis Farías, ex presidente de la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional y coordinador de Asuntos Educativos de Un Nuevo Tiempo. El dirigente hace esta afirmación basado en una comparación que hizo de la estimación población para 2007 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y los datos contenidos en la memoria y cuenta del Ministerio de Educación (ME) para el año escolar 2007-2008. El resultado que obtuvo es que un millón 992 mil 537 niños y niñas menores de 1 hasta los 5 años no están en las escuelas, más los dos millones 996 mil 575 entre 0 y 17 años. La suma llega a tres millones 981 mil 495 contando entre los 0 y 19 años.

Estos números son un "disparate" y "falsos de toda falsedad", según el Gobierno. Jennifer Gil, ministra de Educación, reconoce que hay "un poquito más de 86 mil niños" fuera del sistema escolar por diversas razones que no ha explicado. "Yo quiero que me digan dónde están (los cuatro millones que asegura la oposición) para irlos a buscar". Este año escolar 2010-2011 aspiran recibir en los planteles a más de siete millones 400 mil estudiantes.

Explotación en las escuelas. El mal estado de la infraestructura escolar y su dotación dan pie al "mayor causante de la deserción escolar en el país", de acuerdo con José Urbano, presidente de la Fundación Pro Defensa del Derecho a la Educación en Venezuela. El Estado envía anualmente un presupuesto pírrico a las escuelas a través de las jefaturas de zona. Allí comienza el juego de la corrupción y se ordena a los directores autogestionar para las necesidades de sus planteles. Eso origina el delito de la explotación infantil escondido bajo la figura de supuestas colaboraciones, rifas, cantinazos, cobros para inscripciones o entrega de boletines, a los cuales son obligados padres, madres, niñas y niños. El artículo 6, numeral uno, literales j y k de la LOE prohíbe estas cosas.

(La Verdad (Zulia), Edición Digital, 14/09 - Aziel Figueroa Betancourt)

Deserción escolar: promotora del trabajo infantil y embarazos

Entre millón y medio hasta casi dos millones de estudiantes desertan de las escuelas cada año, según los datos que maneja la Fundación Pro Defensa del Derecho a la Educación en Venezuela. Eso representa al menos 21 por ciento de los siete millones 400 mil niños, niñas, adolescentes y jóvenes matriculados en las cifras del Ministerio de Educación (ME). De esos que abandonan las aulas, 18 por ciento escoge el camino de la delincuencia, y el otro 82 por ciento se convierte en niños , niñas y adolescentes que trabajan y embarazos tempranos, afirmó José Urbano, presidente de la organización. "La causa del problema de la delincuencia y la descomposición social está en la deserción escolar. No la busquen en otra parte".

La realidad social respalda su análisis. En marzo de 2010, Unicef publicó el estudio No más trabajo infantil, una meta posible de alcanzar. Basando sus datos en las encuestas de hogares realizadas por el Instituto Nacional de Estadísticas, revelaron que 80 mil 774 niños, niñas y adolescentes venezolanos son trabajadores, es decir, 2,2 por ciento del total de ciudadanos y ciudadanas entre 10 y 15 años. Cuatro de cada cinco son varones y más de la mitad viven en zonas rurales. Ninguno estudia.

Allí no queda todo. Un fenómeno creciente y preocupante son los niños y jóvenes ociosos, que ni estudian ni trabajan. Unos 362 mil chicos y chicas entre 10 y 19 años, lo que equivale a 6,2 por ciento del total de venezolanos y venezolanas de esa edad, caben en este renglón. Cien mil de ellos tienen entre 10 y 15 años. La mayoría son mujeres. Cuando son menores de 15 años es más fácil reinsertarlos en el sistema escolar porque es menos el tiempo que han estado fuera. Pasados los 16, todo se complica.

Al observar la situación del embarazo temprano en Venezuela, las cifras no son más alentadoras. Es el primer país de Sudamérica con mayor número de madres adolescentes, 98 por cada mil (9,8 por ciento) de acuerdo con datos del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam). Si se contaran los abortos -una estadística de la cual nadie lleva récord en el país-, la cantidad de mujeres embarazadas antes de los 20 años rondaría el 20 por ciento de la población femenina nacional.

(La Verdad (Zulia), Edición Digital, 16/09 - Aziel Figueroa Betancourt)