El fenómeno del acoso escolar ha despertado el interés de las ciencias que estudian la niñez, debido a sus fatídicos efectos. En Venezuela, los colegios se esfuerzan por aplicar métodos que protejan a los niños, niñas y adolescentes de la violencia intraescolar, de manera que se hagan valer sus derechos de ser felices y de vivir en paz durante su formación.
Los expertos coinciden en que el acoso escolar puede desatarse cuando un estudiante asume una actitud violenta hacia otro u otra, simplemente por ser diferente, para hacerle daño y ejercer poder sobre los demás. Los niños, niñas y adolescentes también acuden a Internet para hostigar. "Este fenómeno se denomina ciberbulling y ocurre cuando, por ejemplo, se filma la agresión que se comete contra un niño y luego se publica en Youtube", explica Tamara Salmen, neuropediatra especialista en desarrollo y conducta infantil.
Los padres, madres, representantes y docentes se percatan de la situación de acoso cuando ya ha estado ocurriendo durante varios meses. Para propiciar una oportuna intervención, la psicóloga Geraldine Morillo sugiere atender a las señales que tanto víctimas como agresores exteriorizan. La solución parte del acuerdo común entre el colegio, las familias y las y los estudiantes de que la conducta del agresor es incorrecta, porque socava el derecho de los niños a ser felices y a vivir seguros, según Salmen.
Catalina Martínez forma parte de la comisión de convivencia del colegio de sus hijos y junto con otras madres plantearon su preocupación por la forma agresiva en la que se relacionaban los niños y niñas. Con la ayuda del colegio y el asesoramiento de Cecodap, organización en la que Martínez se desempeñó por 10 años, se realizó la iniciativa Promoción del Buen Trato. Se aprovechó la celebración del Día de la Paz Escolar (cada 30 de enero) para realizar actividades para evitar la violencia.
(El Nacional, GS-5; 17/09 - Isabel Dubuc Zabala)