Asociación Muchachos de la Calle

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16 de marzo de 2010

ONGs solicitan promulgación del Reglamento de Participación de la Lopnna



Caracas, 16 ABN.- Diversas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) solicitan al Ejecutivo Nacional la promulgación del Reglamento de Participación de la ley Orgánica Para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna), que permita la creación de espacios para fortalecer la protección y participación de este sector de la población.

La Organización No Gubernamental por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (Cecodap) refirió en nota de prensa que diversas organizaciones sociales que integran la Red de los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (REDHNNA), entregaron el 11 de marzo de este año un documento al presidente de la República, Hugo Chávez, con la finalidad de solicitar la promulgación del referido reglamento.

Asimismo, indicó que en el referido documento las ONGs y organizaciones sociales solicitan al Jefe de Estado, “la pronta promulgación del Reglamento de Participación Popular en la Lopnna, debido a que en el artículo 678, expresa que en un lapso no mayor de 120 días continuos, contados a partir de la publicación de la referida Ley, el Presidente o Presidenta de la República dictará el Reglamento de participación popular de la Lopnna”.

También, señaló que en la exposición de motivos, del documento entregado al Presidente Chávez, los miembros de la REDHNNA, recuerdan que la Lopnna entró en vigencia hace más de dos años, y que manifiestan la necesidad e no postergar por más tiempo la promulgación del Reglamento Participación de la mencionada ley

Agregó que suscribieron la solicitud de promulgación del Reglamento de Participación de la Lopnna, diversas ONGs y organizaciones sociales como Cecodap, Fundación Luz y Vida, Asociación Muchachos de la Calle, Asociación Civil Manos por la Niñez y la Adolescencia, Cátedra de la Paz, AC, Mérida; Servicio Jesuita a Refugiados, Proadopción AC, Red de Casas Don Bosco y Aldeas Infantiles SOS, entre otras.

8 de marzo de 2010

Escuela Canaima en La Vega se mantiene "a punta de pan"

Es una sensación extraña. Pero cuando se llega a la Escuela Canaima en Las Casitas de La Vega

se tiene la impresión de que se está en otro lugar. Suena raro, es verdad, pero es así. En medio de un centenar de invasiones, sobresale una edificación bien mantenida, amplia, con flores en las ventanas y huertos en sus jardines.

Allí, casi ajenos a esa realidad que los rodea, más de 500 estudiantes se forman bajo el esquema innovador de una escuela ecológica dentro de un área que comprende el Parque Recreacional Vicente Emilio Sojo. En ese espacio, los pequeños aprenden no solo a leer y a escribir sino también a sembrar hortalizas, a preparar abono e incluso a hacer pan. Ello con el fin de obtener alimentos para el comedor y conseguir los recursos para la escuela.

Una parte de esta enseñanza, se desarrolla dentro del Centro Artesano del Pan La Esperanza, donde los y las estudiantes de quinto grado en adelante aprenden a hacer panes y todo tipo de pastelería. También los padres, madres y demás miembros de la comunidad han recibido esa instrucción y son ellos quienes están a cargo -literalmente- de la producción en masa de canillas, campesinos, cachitos, golfeados y pastelitos con los cuales se completa la subvención que reciben de Avec y de la empresa privada.

Por tratarse de una escuela ecológica, las y los estudiantes han aprendido además a aprovechar los desechos para hacer papel artesanal, pesebres con hojas de maíz, cestas de papel periódico y otra infinidad de objetos, que también venden en las ferias o regalan en las festividades de la escuela.

(El Universal, pp. 3-2, 08/03 - Mirelis Morales Tovar)

La violencia en liceos inicia desde los barrios


Lo que empieza como una gran fiesta de minitecas en el barrio Chino Julio —parroquia Idelfonso Vásquez (estado Zulia)— se convierte en el día siguiente en una guerra de liceístas, dejando desde vidrios rotos y salones destrozados hasta una joven con un disparo en el pecho. Cientos de bachilleres que viven en los barrios de la ciudad se reúnen durante los fines de semana en fiestas callejeras, y en este ambiente no puede faltar el licor, el cigarrillo y hasta drogas. Allí empiezan las riñas, se caen a golpes; el más afectado jura vengarse y para ellos no hay mejor escenario que el propio liceo.

Las rivalidades entre liceos no es una novedad, sólo que, cuando llegan las drogas a estos espacios, se intensifican. Desde hace algunos 10 años para acá los órganos policiales han tenido que intervenir y apresar a algunos bachilleres para controlar el caos. “La situación se ha vuelto tan riesgosa que cuando venimos camino al liceo, tenemos que ponernos una franela sin insignia, porque si nos cruzamos con alguien que tenga problemas con otros de acá, nos pueden hacer algo. Cuando nos vemos seguros, sacamos la otra franela del bolso y nos la ponemos”, relata Jesús González, estudiante del Beroes, quien aplica la misma técnica de regreso.

Según Nolibeth González, coordinadora de las Brigadas Estudiantiles de Prevención —adscritas a la Zona Educativa— la violencia en las instituciones ha logrado bajar sus índices desde hace casi tres años, cuando inició este proyecto que busca crear ambientes de conciliación entre los colegios más conflictivos.

Jeanetth Silvera, subdirectora del liceo Baralt, asegura que aunado a todo esto está el problema de la delincuencia externa. “Nosotros vivimos amenazados, hemos visto a personas que merodean las instalaciones en busca de jóvenes para venderles drogas, ellos saben que los estudiantes son presas fáciles. Por ello hacemos un llamado a las autoridades para que cese de una buena vez tanta violencia”.

(Panorama (Zulia), Edición Digital, 07/03 – Mélida Briceño)